MASHPI CHOCOLATE:


CULTIVO DE CACAO SOSTENIBLE


Por: Liliana Tapia

PERIODISTA ELEMENTS

Uno de los paraísos más formidables se encuentra al noroccidente de la provincia de Pichincha. Aquí encontramos la finca Mashpi Shungo, con una extensión de 56 hectáreas, espacio propicio para la producción de cacao a través de bosques comestibles.

Según Agustina Arcos creadora de Mashpi Chocolate, esta finca busca “conservar la naturaleza para mejorar la calidad de vida y encontrar formas de cultivo diferentes sin depender de agroquímicos para crear el mejor chocolate”. Casi el 80% del lugar es bosque nativo, cuenta con varias especies de plantas endémicas, epífitas e introducidas, así como fauna e insectos que permiten la polinización para la obtención de diversos alimentos.

El Tour del Chocolate es una opción de agro turismo que permite aprender y conectar con la naturaleza, así como las formas de cultivo y avistamiento de diversas especies de fauna. Un espacio que de seguro te fascinará.

Para más información visita: https://tienda.chocomashpi.com/visitas-a-la-finca/#tour-del-

cacao-y-chocolate

El inicio de la fundación de conservación más grande del país por el canto de un ave


Por: Melissa Herrera

PERIODISTA ELEMENTS

¿Cómo comenzó todo?

La historia de Jocotoco inició hace un poco más de 20 años con el descubrimiento de un ave que tiene el mismo nombre; cuando un grupo de norteamericanos y canadienses llegaron a Ecuador, exactamente al bosque húmedo de Tapichalapa que está ubicado en la provincia de Zamora Chinchipe.

Los pajareros abonanzaron entre la abundante vegetación de la zona, cuando de repente escucharon un sonido único, diferente y nunca antes percibido por sus oídos, en ese instante se pusieron a investigar qué emitía esa melodía y se percataron que el responsable era un ave que al cantar parecía que pronunciaba la palabra JOCOTOCO. 


Desde ese día los ornitólogos quedaron maravillados con la especie y con el poder de la naturaleza por lo que decidieron proteger el hogar de este animal. Es así como nació la fundación y su principal objetivo es la creación de reservas para la protección de especies y hábitats que están en peligro de extinción.

Crédito de foto: Jocotoco antpitta, Raf Stassen

“Nosotros trabajamos en zonas que la amenaza es inminente para las especies, como por ejemplo en lugares donde hay trabajos de minería, deforestación por maderería, petroleras, fronteras urbanas y carreteras.” comentó Verónica Enríquez, directora ejecutiva de Jocotoco.

Las áreas de Jocotoco protegen a aproximadamente 1.000 especies de aves, de las cuales más de 50 están catalogadas como en peligro de extinción en escala global, y de estas más de 100 son endémicas regionales o especies de distribución geográfica restringida.

Actualmente esta es la condición de la fundación 

En este momento Jocotoco se ha convertido en la segunda organización de conservación más grande del país, sólo después del Ministerio de Ambiente Agua y Transición Ecológica que posee el 20% de territorio protegido en Ecuador. Hasta este 2022 se han creado 16 reservas las cuales son: Tapichalaca, Buenaventura, Yunguilla, Canandé, Yanacocha, Utuana, Jorupe, Narupa, Chakana, Ayampe, La Esmeralda, Copalinga, Tesoro Escondido, Jocotoco Galápagos, Las Balsas y Cerro de Arcos. Las mismas comprenden cerca de 30 mil hectáreas y se encuentran localizadas por todo el país. Cada una de ellas se creó en función de proteger a una especie en específico, “con el concepto de las especies paraguas en donde si se precautela a un animal se cuidan a otros”, informó Verónica. 

Por ejemplo, En Quito en la reserva de Yanacocha que está ubicada en el camino para llegar Nono vive el Zamarrito Pechinegro, ave reconocida por la Secretaría de Ambiente del Municipio del Distrito Metropolitano Quito como el ave emblema de la ciudad, por lo que se emprendieron las acciones de preservación y cuidado, sin embargo, en el mismo lugar viven otras especies de aves globalmente casi amenazadas las cuales son: Pava Andina, Cóndor Andino, Becasina Imperial y Picocono Gigante.

Por otro lado, en la reserva de Chakana que está localizada por Pintag cerca del volcán Antisana existen entre 15 a 19 Osos de Anteojos que son especies emblemáticas de esa ciudad y también en el territorio habitan alrededor de 40 Cóndores Andinos, que forman parte de los 150 existentes a nivel nacional, convirtiéndo a Chakana en un lugar clave para la supervivencia del ave.

El rol de las aves dentro de los ecosistemas 

Las aves son animales indispensables para el equilibrio de los ecosistemas porque son dispersoras de semillas y en muchos casos cumplen la función de ser indicadores de calidad del ambiente. Para Verónica cuando se dejan de avistar animales que son característicos de una zona es porque no andan bien las cosas, “en el caso de que dejes de ver un ave, es porque muy probable su hábitat está destrozado y ya no tiene bosques para vivir y desarrollarse”. 

Todos los animales son esenciales para cumplir una función en la naturaleza, los cóndores por ejemplo son limpiadores de los ecosistemas porque al ser carroñeros y al comer cosas muertas evitan que distintos virus y enfermedades se propaguen y afecten a los humanos.

El papel de la sociedad civil para apoyar a la fundación

Las fundaciones que realmente luchan por cuidar y preservar a plantas y animales, operan gracias a su autogestión, donaciones y visitas de los turistas a sus reservas y hoteles. Verónica afirma que la principal ayuda que pueden dar las personas a las organizaciones como Jocotoco es vincularse con sus proyectos, “Hoy en día estamos tan digitalizados y mediatizados que seguir las páginas oficiales en redes sociales y compartir su información en los perfiles personales, nos hace llegar a muchos más lugares y personas”. Además, la fundación tiene abierto un sistema de donaciones libre y voluntario en donde se puede contribuir desde el aporte mínimo de un dólar.

Crédito foto: Cóndor Andino, Efraín Cepeda

Los 5 hoteles que tiene la fundación no solo ofrecen un servicio de calidad, sino también una experiencia de vinculación y reflexión sobre la importancia del cuidado de las plantas y los animales. Acudir a estos espacios permite que investigadores, miembros de limpieza, equipo administrativo, guardabosques, comunicadores y más personas sigan trabajando para que no desaparezcan más especies. “ Como la conservación es tan emotiva y al tener un vínculo estrecho con la naturaleza, la gente piensa que es una actividad que se debería de realizar de forma altruista y no es así, porque la conservación es muy costosa; así como costó destruir algunos espacios cuesta el doble de esfuerzos reconstruirlos o lograr que la naturaleza se regenere.” Verónica Enríquez.